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En los últimos años, España ha sido testigo de un preocupante aumento en los robos de vehículos pertenecientes a flotas de alquiler, particularmente en compañías de rent a car y la aparición de las flotas de subscripción. Este fenómeno, que afecta tanto a empresas como a consumidores, plantea desafíos significativos en términos de seguridad y costos operativos. A medida que esta tendencia persiste, es crucial analizar sus causas, impactos y posibles soluciones.

Uno de los factores clave que contribuyen a este incremento en los robos es la sofisticación de las bandas criminales. Estas organizaciones operan con métodos cada vez más elaborados, utilizando tecnología avanzada para eludir sistemas de seguridad y localización. Desde dispositivos de inhibición de señales hasta falsificación de documentos, los ladrones han encontrado formas creativas de burlar las medidas de protección de las flotas de alquiler.

Otro factor importante es la demanda de piezas de repuesto en el mercado negro. Los vehículos robados a menudo son desmantelados y vendidos por piezas, lo que genera beneficios sustanciales para los delincuentes. Esta lucrativa industria ilegal proporciona un incentivo adicional para llevar a cabo robos de vehículos, especialmente aquellos que son populares entre las compañías de rent a car debido a su alta demanda y rotación.

Los impactos de estos robos son múltiples y afectan a diferentes partes interesadas. Para las empresas de alquiler de vehículos, los robos representan una pérdida económica directa, ya que deben reemplazar los vehículos robados y asumir los costos asociados con la investigación y la recuperación. Dicho impacto puede trasladarse directamente a una compañía aseguradora, en caso de estar asegurada la flota. Además, estos incidentes pueden dañar la reputación de la empresa y disminuir la confianza del cliente en sus servicios.

Por otro lado, los consumidores también se ven afectados por esta situación. Los robos de vehículos pueden resultar en interrupciones en sus planes de viaje, así como en cargos adicionales si se considera responsable por el robo según los términos del contrato de alquiler. Además, existe el riesgo de que la información personal contenida en el vehículo, como tarjetas de crédito o documentos de identificación, caiga en manos equivocadas.

Ante esta problemática, es imperativo que se tomen medidas para abordar tanto las causas como las consecuencias de los robos en las flotas de vehículos de alquiler. En primer lugar, se debe fortalecer la cooperación entre las autoridades policiales y las empresas de alquiler para mejorar la vigilancia y la respuesta ante los robos. Esto podría incluir la implementación de sistemas de rastreo y localización más avanzados, así como la colaboración en investigaciones conjuntas para desmantelar las redes criminales.

Además, es necesario concienciar a los consumidores sobre las medidas de seguridad que pueden tomar para protegerse a sí mismos y a los vehículos que alquilan. Esto incluye prácticas como el estacionamiento en áreas seguras, el aseguramiento adecuado del vehículo y la vigilancia de posibles señales de actividad sospechosa.

Otro hecho a tener en cuenta es la globalización, que implica una mayor movilidad geográfica (especialmente en el ámbito de la UE), lo que implica el auge en la compra-venta de vehículos de otros países. Esto afecta directamente en el incremento de la venta en mercados secundarios de vehículos alquilados previamente, lo que genera una notable rentabilidad para las bandas organizadas, en contraprestación al decremento económico para las compañías de alquiler.

Por último, se debe abordar la demanda de piezas de repuesto en el mercado negro mediante la implementación de medidas más estrictas para prevenir y castigar el tráfico ilegal de piezas de automóviles. Esto podría incluir regulaciones más estrictas sobre la venta de piezas usadas, así como una mayor cooperación internacional para combatir el comercio ilícito de vehículos y sus componentes.

En resumen, el incremento de robos en las flotas de vehículos de alquiler en España,  representa un desafío significativo que requiere una respuesta coordinada y multifacética. Al abordar las causas subyacentes, mejorar la seguridad y concienciar a todas las partes interesadas, podemos trabajar juntos para mitigar esta amenaza y proteger tanto a las empresas como a los consumidores en el futuro.

En cualquier caso, para proteger nuestros vehículos, siempre nos quedará LoJack…

José Ignacio Rubio, General Manager, LoJack Iberia

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